martes, 17 de marzo de 2009

De cómo recuperar un objeto perdido

Ayer me pasó algo que me dejó pensando...

Resulta que iba de camino al trabajo, en subte, como siempre, y yo no suelo dejar la mochila en el portaequipaje (ese que está por encima de los asientos), pero esta vez la dejé, porque molestaba al paso.

El hecho es que bajé del subte, salí de la boca, tomé Florida e hice media cuadra... y me sentía muy libre, demasiado liviano, ahí es cuando advertí que no llevaba mi mochila conmigo :S. Me pregunté si la había traído conmigo desde casa y se me vino una sucesión de imágenes de como la llenaba de cosas, la agenda, la ropa para jugar al fútbol, los botines, etc. Y luego, la imagen de la mochila yéndose solita en el subte, volví preocupadísimo a la estación Florida, imaginando ya, a un tipo llevando mi mochila lo más campante.
Hablé con un policía de la estación y se contactó con la boletería de Alem, fuimos hasta allá y la recuperé, alguien la había visto sola, al llegar el subte a Alem (donde termina el recorrido) y la había dejado en la boletería. Con el policía, luego de que una sensación de alivio me recorriera la columna de principio a fin liberándome de la tensión que me había invadido minutos antes, nos quedamos hablando de la suerte que había tenido, de que generalmente la gente se la lleva, de que increíblemente tenía todo, la billetera con el dinero, los documentos, todo. De como aún queda gente honesta.

Luego se lo conté a varias personas, todavía sorprendido de tener mi mochila conmigo, y, dudando entre el azar y el destino, me quedé pensando, inevitablemente, en que pudo haber hecho que mi mochila vuelva a mis manos... sería acaso el hecho de que yo siempre que encontré algo lo devolví? sería el hecho de que, justamente el sábado pasado, sin ir más lejos, estaba con un amigo en un pub, y en la mesa diagonal a la nuestra se encontraban tres chicas conversando y a una se le cayeron $20 al piso sin que siquiera lo advirtiera y yo le avisé?

Seguramente haya sido una suerte de mezcla entre causalidades y casualidades, de que la vida devuelve bien por bien, y que justo en ese momento, se bajaba de Alem, Alguien (con mayúsculas) que estoy seguro será recompensado, Alguien que tuvo un accionar que ratifica ese comportamiento justo y altruista que tenemos cuando lo tenemos, haciéndonos experimentar en carne propia la sensación que se experimenta cuando fuimos nosotros los que necesitamos ayuda del otro, y nos la fue brindada.

Pablo.
(veo tu sonrisa... y el cielo sigue siendo azul.)

2 comentarios:

  1. Pablo, tenes mucha suerte y una muy buena forma de contar lo que te paso. Sos todo un poeta, pero no como el poeta Inca :P

    Facundo.

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  2. Me encanta cómo narraste esta historia, sofoca y alivia a la vez...
    Tuviste mucha suerte realmete de recuperar tu mochila, muy pocas personas devuelven cosas perdidas. Por mi parte odio perder algo (y cuando digo algo digo Todo!), va en contra de mis principios!!! Así que entiendo tu sensación de alivio al recuperarla!

    hace mucho no pasaba por aquí.
    Te mando muchos besos!!!

    Maru!

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