martes, 15 de septiembre de 2009

Escucho el sonido de mis pasos al andar.

Escucho el sonido de mis pasos al andar, miro menos hacia atrás, miro más hacia adelante. Miro hacia atrás con una mirada menos crítica, más comprensiva, un poco menos nostálgica. Miro hacia adelante con una mirada soñadora, orgullosa por cosas que todavía no conseguí, encandilada por cosas que no puedo dejar de ver.

Siento mis pasos al andar, soy más conciente de mi conexión con la tierra en cada pisada, me maravillo cada vez más cuando tengo un pie en el aire, que no puede evitar volver a tocar tierra, para seguir caminando, cada vez con más energía, con más entusiasmo, con pasos largos y acelerados, como intentando no perder el envión de ese trascendental paso que dió inicio a mi marcha, con pasos relajados, como tomando carrera para el salto que me impulse más.

Observo el paisaje a medida que gano terreno, lo contemplo y sigo.

Me pregunto menos, pero con más objetividad. Me repregunto menos, ahora tengo respuestas en las que creo más. Me repito cada respuesta al andar, con cada paso, casi musicalmente. Anido una pregunta a cada respuesta, e intento vislumbrar que baldosas debo pisar, de camino a contestarla.

Me concientizo de los pasos andados, y no importa cuanto tiempo lleve caminando, siempre me parece más lo que tengo por andar, que lo ya recorrido. Diviso un hermoso paisaje a lo lejos, quizá el más hermoso que he visto jamás, que me llama desde lo más profundo de mí mismo, el camino hacia él parece eterno, pero no dudo, ni por un instante, en dejar de andar.

El clima es propicio, y si llueve, me frenaré a tomar agua. El día parece terminar, y si anochece, no me preocuparé, para mí, dentro de mí, sigue siendo de día.

Y la luz, esa luz que hace que brille tanto ese paisaje tan maravilloso y fascinante, tiene tanto que ver con la luz que está dentro mío, aquella que intento exteriorizar con cada paso, que no podría imaginarlas escindidas la una de la otra, nacieron para encontrarse, y en su confluencia, está mi sol.

Escucho el sonido de mis pasos al andar, los miro menos, los siento más.

3 comentarios:

  1. Muy buen post Pablito!
    De todas maneras me gusto mucho mas el anterior donde hay una muy buena reflexion!.
    Excelente, te saludo, esperando los proximos post.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Qué maravilloso que alguien pueda describir con esa tremenda alegría, con esa inconmensurable pasión cómo es crecer, de qué se trata crecer!!!! Quiero encontrar un sinónimo que lo diga mejor pero el diccionario suena incompleto. Gracias Pablito por ponerle palabras a sucesos tan cotidianos y tan profundos de nuestra vida, al mismo tiempo!!!

    Estefi

    ResponderEliminar
  3. Que puedo decir amigo, hoy mas que antes me identifico contigo y me abrazo a ese reconocimiento. Sabes que en este momento de mi vida puedo decir que me conozco un poco más que antes, que aprendo de mi a cada paso y que la vida nos sorprende a cada instante. Gracias a esta vida yo te encontre a vos y estoy muy agradecida por eso! TE QUIERO HASTA EL INFINITO... No dejes de caminar nunca que es lo único que nos mantiene vivos!!!

    Anita

    ResponderEliminar