viernes, 22 de enero de 2010

Intento explicar lo inexplicable.

Intento explicar lo inexplicable.

Intento construir al menos una metáfora que se acerque un poco.

Pero no, todo ello es en vano, por más vasto que sea el diccionario, hoy me queda limitado.

Y en cada suspiro siento un aliento
por cada latido, en cada momento.

Y allí cuando no siento mi cuerpo
aunque creí tener sobre mí gran conocimiento
es cuando más vivo, me encuentro.

Y mientras intento calmar mi respiración agitada
diviso un yo que no es yo, que por poco me gana.

Cierro los ojos, no me hace falta verte para saber que estás acá.

Construyo un silencio, me desmorono sobre vos.

Y en el delicado timbre de tu voz, encuentro la explicación para este soñado aroma que siento.

Al erizarse tu piel mientras la recorren mis dedos,
al flamear tu cabello al compás del viento,
veo más aún que con los ojos abiertos.